lunes, julio 30, 2012

"La poesia dels teus ulls" de Lluís Llach


La poesia dels teus ulls

Molt sovint, quan ve la nit,
Se m’emporta una fada:
La bellesa dels teus ulls
-Negre intens sobre mar blanca-
 Sempre incerts a la mirada.
  I així, gelós, vaig desfent 
 Cançons que m’acostin a ella. Però...

 La poesia dels teus ulls
 Sé que no la podré escriure,
 Cada vers que jo trobés
 En el paper se’m moriria
 Del dolor de no ser prou fidel.

 Però sé que no m’he de cansar
 De buscar aquell llenguatge amic
  Que m’acosti a la poesia dels teus ulls,
 Malgrat que no la pugui escriure,
 Però així lluitaré amb mi,
 Esperant sempre una albada,
 Àvid de sorprendre la teva mirada.

                            

LA POESÍA DE TUS OJOS

A menudo, cuando llega la noche,
Se me lleva un hada:
La belleza de tus ojos
-Negro intenso sobre mar blanca-
Siempre inciertos ante la mirada.
Y así celoso voy enhebrando
Canciones que me acerquen a ella. Pero...

La poesía de tus ojos
Sé que no podré escribirla,
Todos los versos que pudiera hallar
En el papel se me morirían
Del dolor de no ser fieles.

Pero sé que jamás me cansaré
De perseguir este lenguaje amigo
Que me acerque a la poesía de tus ojos
Aunque no pueda escribirla,
Pero así lucharé conmigo
Esperando siempre un amanecer
Ávido de sorprender tu mirada.

"La poesia dels teus ulls" forma parte del LP El meu amic el mar (1978) con el que Lluís Llach daba un paso más hacia la introspección que caracterizará su obra a partir de Viatge a Itaca. No es la única vez que el cantautor se refiere a su incapacidad para estar a la altura del tema tratado, tópico poético este que tiene una amplia tradición literaria desde el mundo grecolatino.

Una delicia desempolvar de vez en cuando los "vinilos" y entretenerse escuchando canciones que están en la memoria.

Texto y traducción tomados de la página oficial del cantante http://www.lluisllach.cat/; ilustración: La niña de la jarra, Julio Romero de Torres (1920), Museo Julio Romero deTorres (Córdoba).

miércoles, julio 25, 2012

Thebussem (XXIII)


La Aduana de Cádiz, hoy Diputación Provincial, a comienzos del siglo XX

Baila-Bonita, un gaditanísimo y verídico cuento del Doctor Thebussem (5)

Libre, como dijimos, Baila-Bonita de su grillete, y hasta purificado para ser realista sin tacha, se amparó, mientras no hallaba ocupación, a la freiduría del Chato. Éste falleció a los pocos meses, y de la herencia alcanzó nuestro héroe unos diez o doce mil reales que le correspondieron en virtud de aquella ley de Partida que dice ser la gloria de quien la gana, y el dinero de quien lo agarra.

Con estos cuartos y con la gran protección que el señor intendente don Manuel Carranza dispensaba a la esposa de García,(1) logró éste “jincar el pico” (según él decía) en la Aduana con un destinillo subalterno, pero provechoso. No eran en aquella época modelos de honradez y probidad, como lo son hoy, los funcionarios encargados de percibir los derechos del fisco. Ahora ni los mercaderes dan ni los empleados toman dos, cuatro, diez, veinte o treinta onzas de oro de las de AUSPICE DEO IN UTROQUE FELIX.(2) Los antiguos fraudes y desórdenes se acabaron para siempre jamás amén. Nuestro indultado, a quien todos llamaban García-Bonita, juntando el nombre legítimo con el apodo, para diferenciarlo de otros Garcías miembros también de la Aduana, llegó a reunir algunos cuartos y a ser hombre de bien y Alférez de Voluntarios Realistas.

Semejantes pormenores biográficos se deben en parte a la curiosidad del célebre don Bartolomé José Gallardo, que en la colección de lápidas cacográficas tomadas del cementerio de Cádiz en 1844, y cuya nota original tengo a la vista, traslada una que, escrita sobre vidriado azulejo sevillano con fondo azul y caracteres negros, reza lo siguiente:



Traducida esta leyenda al romance, dice así: “Aquí yace D. Francisco García Bonita, primer oficial de Marchamo de la Aduana de Cádiz, y Alférez de Voluntarios Realistas. Llórale su viuda. Año de 1832, a tres de mayo”.

Dos hijas dejó don Francisco García-Bonita. En lo bonitas salieron a su madre, que era una real moza. Juana, la mayor, murió soltera. Paca, que nació en 1822, precisamente al año justo de hallarse su padre encerrado en Cuatro Torres, y de la cual fue padrino el señor Intendente, se casó en 1843 con un mercader de La Habana. Tuvo dos hijos que hoy viven, siendo activo comisionista el uno y virtuoso sacerdote el otro. Ambos suprimen el Bonita en su apellido materno, y del paterno claro es que no quiere acordarse ahora,


El Doctor Thebussem,

Medina Sidonia, año de 1891.



Escudo de oro de Carlos III. Imagen tomada de http://www.maravedis.net/carlos3.html 

Baila-Bonita fue publicado por vez primera en el Almanaque de La Ilustración de 1891 (pp. 77-81) y fue reeditado por el propio Thebussem en su Primera ración de artículos (1892, pp. 562-571)  con alguna ligera variante y con dedicatoria al Maestro Barbieri, su gran amigo compositor de famosas zarzuelas (Francisco Asenjo Barbieri, 1823-1894). 

(1) Sutil referencia a la relación sexual entre el intendente y la esposa de Baila-Bonita.
(2) "Felices en uno y otro mundo con el favor de Dios". Leyenda que aparece en el reverso del escudo de oro de ley acuñado en Sevilla y en varias cecas de América (Potosí, Guatemala, Lima...) durante el reinado de Carlos III. Véase la ilustración con que cerramos esta entrada.

miércoles, julio 04, 2012

Thebussem (XXII)


Retrato de Fernando VII, rey de España y de las Indias, grabado de Miguel I. Gamborino (1823)

Baila-Bonita, un gaditanísimo y verídico cuento del Doctor Thebussem (4)

Cuatro palabras sobre el rey Fernando VII. Ya le llegará el día de las alabanzas, como le ha llegado a don Pedro de Castilla. Creo que ni hecho de encargo ha existido monarca más propio para gobernar españoles del siglo XIX. Éstos han dado pruebas claras y evidentes de rechazar los sucesivos imperios de Carlos IV, de Godoy, de José Napoleón, de las Juntas Supremas, de los Carlos V, VI y VII, de María Cristina de Borbón, de Espartero, de Isabel II, de los Gobiernos Provisionales, de Amadeo I, de la República, etc., etc., y sólo han aclamado y deseado a su rey Fernando. Me figuro que ni el mismo Job hubiera sufrido impasible lo que aguantó el Monarca de Castilla, luchando y reluchando con la Constitución y con la Gracia de Dios. Y que no siempre faltó a su palabra, se justifica con la Cédula Real que en 30 de enero de 1824 hizo escribir a don Francisco Tadeo de Calomarde, por la cual DON FERNANDO SÉPTIMO POR LA GRACIA DE DIOS, rey de Castilla, de León, de Aragón, de las Dos Sicilias, de Jerusalén, de Navarra, etc., a impulsos de su paternal corazón, y a ruegos de

PERSONA DE VIRTUD Y CIENCIA,

concedía indulto particular a Francisco García (a) Baila-Bonita, penado en las Cuatro Torres del Departamento de Cádiz.

No hay duda de que la persona de VIRTUD y CIENCIA era el Chato; su VIRTUD fue el amor fraternal; y su CIENCIA la de freír pescado, que lo hacía a las mil maravillas.

Anuncio de freiduría gaditana en la prensa de 1917
Porque conviene decir que las freidurías gaditanas, aun cuando no se hallen en el Diccionario, son una especialidad. Casi todas las existentes vienen transfiriéndose a modo de vínculo de unos a otros poseedores por medio de traspasos pagados a peso de oro. No es lícito abrir un nuevo establecimiento de este género sin formar largo expediente en el cual los vecinos declaran que no les molesta ni perjudica el olor del humo y del aceite; se necesitan, pues, relaciones y valimiento con la autoridad, y además gastar tiempo, dinero y paciencia para conseguirlo. Y si una vez conseguido se juntan bajo un techo la freiduría y la taberna, dirigidas por hombre perito y aseado, el negocio rinde utilidades semejantes a las de la buena droguería enlazada con la buena botica. El pescado de freidor es inimitable; se distingue del que preparan los cocineros o cocineras como se diferencian el vino de Jerez de los otros vinos, la espada de Toledo de las otras espadas y las aceitunas de Sevilla de las otras aceitunas. Ya sea por la manera especial y misteriosa de cortar las tajadas, ya por el temple del aceite, ya por la gran cantidad de líquido que contiene la tan oronda sartén, ya por el aroma que puedan prestarse nadando a un tiempo en el hirviente lago mojarras, lenguados, lisas, salmonetes, pescadillas y sardinas,(1) es lo cierto que el olor de la freiduría es incitante aperitivo, y que hay pocas cenas tan agradables como este pescado frito, regado con seis cañas de aromática manzanilla. (Y atestiguo con los señores socios del distinguido Casino Gaditano, que no me dejarán mentir).

(Continuará)

Frito gaditano, imagen tomada de wikipedia
(1) En otra edición del cuento cambia la secuencia de pescados: ""mojarras, lenguados, besugos, dentones, lisas, salmonetes y pescadillas".
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