jueves, marzo 28, 2013

Ermita de los Santos (II)


Mosaico de azulejos que representa la duodécima estación en el Vía Crucis del interior de la ermita de los Santos Mártires de Medina Sidonia 

Stabant autem iuxta crucem Iesu mater eius et soror matris eius, Maria Cleophae et Maria Magdalene. Cum vidisset ergo Iesus matrem et discipulum stantem, quem diligebat, dicit matri suae: "Mulier, ecce filius tuus". Deinde dicit discipulo: "Ecce mater tua". Et ex illa hora accepit eam discipulus in sua.


Lc 19, 25-27




Música: Sonata III, "Mulier, ecce filius tuus", Septem Verba Christi in Cruce.
                                Joseph Haydn.
                                Le Concert des Nations.
                                Dirección: Jordi Savall.
                                Grabación realizada en 2006 en el Oratorio de la Santa Cueva de Cádiz, lugar para el
                                que fue encargada la pieza por el canónigo José Sáenz de Santamaría en 1786.

viernes, marzo 22, 2013

Thebussem (XLIII)


Imagen de principios de siglo XX de la ermita de los Santos Mártires. Como resultado de una rehabilitación, la techumbre mudéjar aparece oculta por una vulgar yesería, y las columnas están recubiertas de yeso sobre el que se ha realizado un burdo marmorizado. El ara romana que testimonia la consagración de la iglesia se observa nítidamente a la izquierda. La fotografía se empleó en el Catálogo Monumental de España, provincia de Cádiz (1908-1909), de Enrique Romero de Torres (lám. CXIII)
"Iglesia visigótica", un artículo poco conocido dedicado a la ermita de los Santos Mártires de Medina Sidonia (I)

Con la edición del artículo “Iglesia visigótica”, escrito por Mariano Pardo de Figueroa en 1871, pretendemos colaborar al conocimiento de la parte de su obra que tuvo por objeto su ciudad natal y al aumento de la bibliografía existente sobre la ermita de los Santos Mártires de Medina Sidonia, ya que este trabajo, desgraciadamente, ha pasado desapercibido a la mayor parte de los estudiosos que se han ocupado de la misma. Publicado en la Primera ración de artículos del Doctor Thebussem (Madrid, Rivadeneyra, 1892, pp. 260-266), viene a compendiar lo que hasta ese momento se conocía del lugar, prestándose especial atención a la lectura de las inscripciones existentes, no obstante Pardo de Figueroa era académico correspondiente de la Real Academia de la Historia desde 1861 y había acompañado en 1860 en su visita a Medina Sidonia al epigrafista alemán Emil Hübner, que se encargaba en ese momento del estudio de las inscripciones latinas existentes en España para la elaboración del Corpus Inscriptionum Latinarum.

Iglesia visigótica

A don Aureliano Fernández-Guerra(1)

Mi querido y excelente amigo:

Pocas y de escaso interés serán las noticias que yo podré dar referentes a la ermita de los Santos Justo y Pastor,(2) o de Santiago del Camino (que con ambos nombres es conocida), situada en las inmediaciones de Medina Sidonia, provincia de Cádiz.(3) Y no lo achaque Vm. a carencia de voluntad en complacerle, pues sabe que la tengo y mucha. Pero falto de erudición y de ciencia, diré a Vm.  lo que sepa, sacado de autores de crédito y valía, esperando que Vm. no se llamará engañado por mi sincera confesión.

La ermita es obra gótica, o mejor dicho visigótica, construida por los años 630 de J. C., reinando en España Swintila (sic);(4) después ha sido reparada y reedificada, como le sucede a casi todos los monumentos de aquella lejana época. Lo que hoy constituye la iglesia, nada tiene de godo; se remontará, cuando más, a fines del siglo XV o a principios del XVI. En su formación entraron, sin duda, trozos y restos del antiguo templo, y de ello pueden dar prueba los cuatro curiosos capiteles que coronan las columnas empotradas en los muros del interior de la iglesia. La composición de tales restos guarda analogía con los diseños de los adornos arquitectónicos que forman el Álbum artístico de Toledo, publicado por el inteligente arqueólogo don Manuel de Assas;(5) de modo que, teniendo a la vista este trabajo y la curiosa historia de Mr. Seroux d´Agincourt,(6) podría sacarse útil enseñanza de dichas piedras que, a mi entender, pueden servir para fijar, no sólo la historia de este santuario, sino también la general de la arquitectura visigótica, cuyo estudio es aún reciente en la península española.

Dos capiteles de la ermita, Enrique Romero de Torres, Catálogo de los monumentos históricos y artísticos de la provincia de Cádiz (Madrid, Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, 1934, FOTOGRAFÍAS, TOMO VII, láms. 627 y 628). En la versión definitiva de la obra la lámina 627 sería sustituida por un primer plano del capitel (lám. CXIV)

Forma una de las columnas de la ermita un ara romana que conserva en bajo relieve el preferículo(7) y la patera. En uno de sus lados grabaron la inscripción que, con más o menos fidelidad, copiaron Morales,(8) Flórez,(9) González de León(10) y otros.(11) Me valdré de la lección que en 1541 hizo el veraz cronista Pedro Barrantes Maldonado para sus Ilustraciones de la Casa de Niebla, que dice así:(12)

“Extramuros de la cibdad de Medina, en la cuesta que cae sobre la dehesa de los Cavallos, en la hermita de Santiago del Camino, está una piedra puesta por pilar de la yglesia, en quien los vecinos tienen tanta devoción por ciertos mártires que allí fueron martirizados é trasladados sus cuerpos, que la tienen tan raída la piedra para poner en nóminas, que ha sido causa para que los principios é fines de los renglones se puedan mal leer, la cual piedra es la siguiente:

HIC SVNT RELIQVI
…RVN CONDITE…
..ISTEFANI IVLIAN…
..ICI IVSTI PASTOR…
..VCTVOSI  AVGVRI
..LOGI ACISCLI ROM…
..I MARTINI QVIRICI
ET ZOILI MARTIRVM.
DEDICATA HEC BASI
..ICA XVII KAL
IANVARIAS ANNO SE
CVNDO PONTIFICA 
TVS PIMENI ERA DC
LXVIII."

La inscripción relativa a la consagración de la iglesia. Esta fotografía aparece en el artículo "La ermita de los Santos en Medina Sidonia", de Enrique Romero de Torres, B.R.A.H., t. 54 (1909), pp. 45-54 (p. 51); y luego en su Catálogo de los monumentos históricos y artísticos de la provincia de Cádiz (FOTOGRAFÍAS, TOMO VII, lám. 626), aunque sería sustituida en la obra definitiva por otra con un encuadre más amplio (lám. CXV)
Puede traducirse de este modo: Aquí están guardadas las reliquias de (los santos) Esteban, Julián, Félix, Justo, Pastor, Fructuoso, Augurio, Eulogio, Acisclo, Romano, Martín, Quirico y Zoilo mártires. Fue consagrada esta iglesia el 16 de diciembre de la era 668,(13) el segundo año de ser obispo Pimenio.

Esta leyenda, cuya piedra debió ocupar otro sitio y no servir de columna, es de interés, no sólo para conocer la fecha de la consagración, y naturalmente la del origen del templo, sino también para completar el catálogo de los obispos asidonenses, entre los cuales ocupó muy distinguido lugar el expresado Pimenio.

Debo hacer una advertencia relativa a la inscripción de que me ocupo. En 11 de julio de 1779, hallándose en Medina Sidonia el obispo de Cádiz señor Cervera, mandó registrar la piedra para ver si en efecto existían en el ara las reliquias que en ella se explican, y habiendo sido el resultado no encontrarlas, hizo borrar completamente los ocho primeros renglones de la lápida que acabo de copiar. Si hemos de juzgar por esta herejía histórica y artística, la ilustración y las letras del buen prelado no debieron rayar a grande altura.(14) 

NOTAS DEL EDITOR

(1) Aureliano Fernández-Guerra y Orbe (Granada, 1816 - Madrid, 1891), dramaturgo, poeta, historiador, arqueólogo, epigrafista, crítico literario y editor de la obra en prosa de Quevedo (t. I, 1852; t. II, 1859) y de algunas obras de Cervantes y Francisco de la Torre, fue autor, entre otros, de los dramas La peña de los enamorados, El trato de Argel, El niño perdido, La hija de Cervantes, Alonso Cano, La Torre del Oro y, junto a Manuel Tamayo y Baus, La ricahembra. Colaboró estrechamente con Emil Hübner para formar el Corpus Inscriptionum Latinarum.  Secretario general de Instrucción Pública con el ministro Claudio Moyano, fue, entre otras cosas, anticuario de la Real Academia de la Historia,  miembro y bibliotecario de la Real Academia Española de la Lengua, miembro honorario del Instituto di Corrispondenza Archeologica de Roma, y de la Société Française d´Archéologie.

(2) Los santos Justo y Pastor fueron martirizados y ejecutados en Complutum (Alcalá de Henares) en el año 304 por orden del gobernador Daciano durante la persecución de Diocleciano. Tenían siete y nueve años, respectivamente, y se habían negado a abjurar del cristianismo.
(3) Es tradición que en los prados que se encuentran frente a la ermita se apareció el apóstol a los cristianos en una escaramuza habida con sarracenos. En esta ermita, que se halla al pie del camino que unía por el interior Cádiz y Algeciras, los musulmanes permitieron el culto cristiano durante su ocupación de Medina Sidonia. La imagen de Santiago ocupa el ático del retablo mayor, y los símbolos santiaguistas son bien visibles en la decoración del templo.
(4) Fue rey de los visigodos entre el año 621 y el 631.
(5) Manuel de Assas, Álbum artístico de Toledo escrito por don…, ilustrado con láminas ejecutadas por artistas distinguidos y publicadas por don Doroteo Bachiller, Madrid, Litografía de D. Bachiller – Imprenta de Julián Saavedra, 1848. Thebussem debe de referirse a los capiteles del patio segundo del Hospital de Santa Cruz o de la iglesia de San Román, que aparecen dibujados en esta obra con gran detalle.
(6) Jean Baptiste Louis Georges Seroux d´Agincourt, Histoire de l'Art par les Monumens, depuis sa décadence au IVe siècle jusqu'a son renouvellement au XVIe, París, Treuttel et Würtz, [1811]-1823.
(7) La jarra de bronce que se empleaba en la antigua Roma para contener el vino de las libaciones durante la celebración de sacrificios.
(8) Leemos en La coronica general de España que continuaba Ambrosio de Morales… prosiguiendo delante de los cinco libros, que el Maestro Florian de Ocampo… dexo escritos, Alcalá de Henares, Juan Íñiguez de Lequerica, 1574, p. 742, la interpretación que  presentamos en la imagen que sigue; y en La vida y martirio de los santos mártires Justo y Pastor, Opúsculos castellanos de Ambrosio de Morales (ed. Francisco Valerio Cifuentes), Madrid, Benito Cano, 1793, p. 25, esta otra: Hic sunt reliquiarum conditae/ Stephani, Juliani, Feli-/ cis, Justi, Pastoris, Fructuosi,/ Augurij, Eulogij, Aciscli, Ro-/ mani Martini, Quirisci, &/  Zoyli Martyrum./ Dedicata haec basilica. XVII./ Cal. Januarias, anno II. Pon-/ tificatus Pimeni, Era. D C-/ LXVIII.
 


Lectura de la inscripción en la Coronica... de Morales
(9) Enrique Flórez, España sagrada. Theatro geographico-historico de la iglesia de España, t. 7 (Madrid, Antonio Marín, 1751, p. 186); y t. 10 (Madrid, Viuda e hijo de Marín, 1792, 3ª ed., p. 57).
 
Lectura de la inscripción en España sagrada... de Flórez
(10) Debe de referirse al cronista de Sevilla Félix González de León (1790-1854).
(11) Entre quienes se preocuparon de esta inscripción contamos particularmente a don Antonio Ponz, quien, en el tomo XVIII de su Viage de España (Madrid, Viuda de don Joaquín de Ibarra, 1794, pp. 69-70) escribe: “Por lo que respecta á la antigüedad de su Obispado, y á uno de sus Prelados, me ha dado esta copia el Señor Don Francisco Bruna, como existente en una Ermita fuera de la Ciudad, que tambien trae Morales: Hic sunt Reliquiarum conditae/ Stephani, Juliani, Felicis, Justi,/ Pastoris, Fructuosi, Augurii,/ Eulogii, Aciscli, Romani Mar-/ tini, Quirisci, et Zoili Marti-/ rum./ Dicata haec Basilica. XVII./ Cal. januarias, Anno II Ponti-/ ficatus Pimenii, era DCLXVIII".
El vicario Francisco Martínez y Delgado, en su Historia de la ciudad de Medina Sidonia (Cádiz, Imprenta de la Revista Médica, 1872, pp. 169-170) hizo una lectura un tanto errónea: "Hu SUNT RELIQVI/ ARM CONDITE…/ …STEPHANI. JULANI Fel-/ ICIS. JUSTI PASTORis Fru-/  CTVOSI AVбVRii EV/ SOбI. ACISCLI. ROMan/ I. MARTINI QUIRICI ET/ ZOYLI. MARTIRUM/  DEDICATA. HEC BASILI/ CADXVII KAL./ JANVARIAS ANNO SE/ CUNDO PONTIFICA/ JUS PIMENI. ERA dc/ LXVIII".
Años antes Rodrigo Caro (Antigüedades y Principado de la ilustrissima ciudad de Sevilla. Y chorographia de su convento iuridico o antigua chancilleria, Sevilla, Andrés Grande, 1634, p. 125), confesando seguir a Ambrosio de Morales en los datos relativos al epígrafe, coloca por un lado el texto de la dedicación del templo por Pimenio, lo que hoy se conserva; y por otro, un texto muy diferente que dice que se encuentra en una ermita fuera de la ciudad (¿?), relativo a reliquias de santos martirizados en el consulado de Decio Elio.
(12) Las Ilustraciones de la Casa de Niebla de Pedro Barrantes Maldonado cuentan hoy con una moderna edición (“Colección Fuentes para la Historia de Cádiz y su provincia”, Cádiz, Universidad de Cádiz, 1998, vid. p. 331). En ella leo: “HIC SVNT RELIQUI/ …RM CONDITE. I. D./ …ISTEFANI JULIAN…/  ...ICI. JUSTI. PASTOR…/ ...UCTUOSI.  AUGURI/ ...LOGI. ACISCLI. ROM…/ ...I.  MARTINI. QUIRICI/ ET ZOILI. MARTIRUM./ DEDICATA. HEC BASI/ ...ICA XVII. KAL./ JANUARIAS. ANNO SE/ CUNDO PONTIFICA/ TUS PIMENI. ERA DE LXVIII.” Debe decir DC, no DE.
(13) 16 de diciembre de 630. Pimenio fue obispo de Asido entre el 629 y el 646, participó en el cuarto Concilio de Toledo (633) y en el sexto (638); al séptimo (646) envió un representante. Consagró, además de la ermita de Medina Sidonia, la de San Ambrosio de Vejer (644), otra en Salpensa (648) y la de los Santos de Alcalá de los Gazules (662).
(14) La inscripción es todavía legible (sólo 25 cm de los 66 cm que tenía la cartela originaria) en el cipo que sirve como basa de la segunda columna de la nave del evangelio. Emil Hübner, en su visita a Medina en 1860, ya la encontró muy deteriorada (Inscriptiones Hispaniae Christianae, Berlín. Georg Reimer, 1871, p. 24, núm. 85) y la reconstruyó e interpretó a partir de los testimonios antiguos tal y como reflejamos en la imagen que ofrecemos. Enrique Romero de Torres, en su  Catálogo Monumental de España, provincia de Cádiz (1908-1909), Madrid, Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, 1934, pp. 268-269, la reconstruye: “[†Hic sunt reliquie/ s(an)c(to)r(u)m condite, id] e (st) Stefani, Iuliani,/ Felici, Iusti, Pastoris,/ Fructuosi, Auguri,/ Eulogi, Aciscli, Roma/ ni, Martini, Quirici/ et Zoyli martirum.]/ Dedicata hec basi/ lica d(ie) XVII kal(endas)/ Ianuarias anno se/ cundo pontifica/ tus Pimeni, era DC / LXVIII”. Y la traduce: “Aquí se depositaron reliquias de los santos Esteban, Julián, Félix, Justo, Pastor, Fructuoso, Augurio, Eulogio, Acisclo, Romano, Martín, Quírico y Zoilo, mártires. Esta basílica se ha dedicado en el día 16 de diciembre, año segundo del pontificado de Pimenio, era 668”. Prosigue: “El día de la dedicación del templo y la consagración del ara cayó en domingo, según lo ordenaban los cánones. Contaba en 16 de diciembre de 630 Pimenio el año segundo de su propia consagración episcopal (…) Nombra la inscripción trece santos, cuyas reliquias o partecillas de sagrados huesos henchían la pequeña excavación o receptáculo abierta en la faz eminente del ara”.    

Lectura y reconstrucción de Hübner

jueves, marzo 14, 2013

El lamento de Ariadna (XV)


Ariadna abandonada, Giulio Carpioni (h. 1665), Pinacoteca Civica di Castello Sforzesco (Milán). Imagen tomada de http://utpictura18
Del pintor Giulio Carpioni (¿Venecia?, 1613 - Vicenza, 1678), que se ocupó en varias ocasiones del encuentro de Baco y Ariadna siguiendo las pautas marcadas por Tiziano (destacamos las pinturas que se conservan en Staatliche Kunstsammlugen  de Dresde, Szépmûvészeti Múzeum de Budapest y colección privada de Brescia), se conserva en el Castello Sforzesco de Milán un precioso óleo en el que Ariadna, desnuda sobre una roca, vuelve su mirada desde el horizonte hacia unos amorcillos que se le acercan para anunciarle seguramente su gozoso futuro junto al dios. La perspectiva que marca la diagonal de la composición lleva nuestra mirada hacia el camino por el que debe aparecer el ruidoso cortejo, cuya cercanía provoca el nerviosismo de los alados niños.

Ariadna abandonada en la isla de Naxos, Giovanni Francesco Romanelli
El catálogo de pintura de la Fondazione Federico Zeri (http://fe.fondazionezeri.unibo.it) nos presenta otros dos ejemplos del tratamiento del tema en la pintura italiana del XVII. Giovanni Francesco Romanelli (Viterbo, 1610-1662), artista vinculado primero a Domenichino, luego a Pietro da Cortona, y que alcanzó su madurez artística en París, donde el cardenal Mazarino le encargó la decoración de las estancias de la reina madre (Ana de Austria) en el Louvre y la de los techos de su propio palacio (hoy Biblioteca Nacional), pinta el momento en que Ariadna despierta de su sueño y es advertida por Eros de la partida de su amado, cuya embarcación se aleja ya de la orilla. La mirada de la muchacha se dirige al cielo entre suplicante e incrédula. 

Ariadna abandonada, Giacinto Gimignani, Palazzo Pitti (Florencia)

Giacinto Gimignani (1606-1681), nacido y educado en Pistoya aunque formado en Roma, adonde marchó en 1630 bajo la protección de Guido Rospigliosi, cardenal secretario de estado y perteneciente a esta preclara familia de Pistoya, recibió la influencia de Pietro da Cortona (con él trabajo en la decoración del Palacio Pamphili) y luego de los maestros franceses  afincados en la urbe, particularmente de Nicolas Poussin. En Florencia, donde el artista trabajó para los Médici y los Rospigliosi se conserva una Ariadna abandonada de características muy semejantes a la anteriormente mostrada. Gimignani realizó veinticinco óleos de temática mitológica para el cardenal Giulio Rospigliosi, más tarde Clemente IX. 

jueves, marzo 07, 2013

El lamento de Ariadna (XIV)

 
Teseo abandonando a Ariadna o Reinaldo abandonando a Armida, Charles Le Brun (1664), Colección privada. Imagen tomada de http://necspenecmetu.tumblr.com
Del período de mayor esplendor de la carrera del pintor francés Charles Le Brun (París, 1619-1690) es el lienzo conocido como Teseo abandonando a Ariadna (97 x 131 cm). Protegido del cardenal Richelieu primero y nombrado primer pintor del rey por Luis XIV (quien asimismo le otorgó título de nobleza), Le Brun fue árbitro no sólo del gusto pictórico de su tiempo sino también de las modas en las artes decorativas: fue cofundador en 1648 de la Académie Royale de peinture et sculpture, creó el estilo Luis XIV y se le encargó la decoración interior del Palacio de Versalles. En el óleo en cuestión el artista presenta a una mujer desmayada sobre las rocas cubierta con una túnica blanca y un manto azul (sólo su pecho izquierdo se muestra desnudo), cuya bien estudiada pose le permite mostrar su virtuosismo en el dibujo de pliegues. Huye su amado casi a regañadientes, y son sus compañeros quienes le empujan a subir a una pequeña embarcación donde una mujer, izada la vela, se dispone a la boga.

Como otros, opino que la escena narrada no tiene que ver con el mito de Ariadna y Teseo sino más bien con la historia de Reinaldo, caballero cruzado protagonista de la Jerusalén libertada de Torcuato Tasso, y la maga Armida. Ésta lo ha retenido con sus hechizos en las Islas Afortunadas, donde como amantes disfrutan de una vida placentera. Para rescatar a su compañero de armas llegan a las mismas los caballeros Ubaldo y Carlos, que han navegado por el Mediterráneo y traspasado las columnas de Hércules a bordo de una navecilla pilotada por una misteriosa doncella (canto XV). No sin volver la vista atrás mientras Armida le recuerda los goces de que han disfrutado y las promesas de amor hechas, Reinaldo se dispone a embarcar mientras ella prorrumpe en queja desesperada, inspirada evidentemente en los ya conocidos lamentos de la poesía latina, y luego se desmaya (canto XVI):  

LIX

"Vattene pur, crudel, con quella pace
Che lasci a me: vattene iniquo omai;
Me tosto ignudo spirto, ombra seguace  
Indivisibilmente a tergo avrai.
Nuova furia co’ serpi e con la face
Tanto t’agiterò quanto t’amai.
E s’è destin ch’esca del mar, che schivi  
Gli scoglj e l’onde, e ch’alla pugna arrivi:

LX

Là tra ’l sangue e le morti egro giacente
Mi pagherai le pene, empio guerriero.
Per nome Armida chiamerai sovente         
Negli ultimi singulti; udir ciò spero..."
Or quì mancò lo spirto alla dolente;

Nè quest’ultimo suono espresse intero:
E cadde tramortita, e si diffuse                  
Di gelato sudore, e i lumi chiuse.

LXI

Chiudesti i lumi, Armida: il Cielo avaro
Invidiò il conforto a’ tuoi martíri.
Apri, misera, gli occhj; il pianto amaro
Negli occhj al tuo nemico or chè non miri?
O s’udir tu ’l potessi, o come caro
T’addolcirebbe il suon de’ suoi sospiri!
Dà quanto ei puote; ei prende (e tu nol credi)
Pietoso in vista gli ultimi congedi.

LXII

Or che farà? dee su l’ignuda arena
Costei lasciar così tra viva e morta?
Cortesia lo ritien, pietà l’affrena,
Dura necessità seco ne ’l porta.
Parte, e di lievi zefiri è ripiena
La chioma di colei che gli fa scorta.
Vola per l’alto mar l’aurata vela:
Ei guarda il lido; e ’l lido ecco si cela.

LXIII

Poi ch’ella in se tornò, deserto e muto,
Quanto mirar potè, d’intorno scorse.
"Ito se n’è pur, disse, ed ha potuto
Me quì lasciar della mia vita in forse?
Nè un momento indugiò: nè un breve ajuto
Nel caso estremo il traditor mi porse?
Ed io pur anco l’amo? e in questo lido
Invendicata ancor piango, e m’assido? (...)"

"Huye, cruel, llevando contigo esa paz que pretendes dejarme; huye para siempre, impío: pronto mi sombra seguirá do quier tus pasos. Cual furia armada de serpientes y con la antorcha en la mano te acosaré en todas partes tanto como te he amado; y, sí tu destino te saca con bien de las olas y de los escollos, y te permite tomar parte de nuevo en los combates;

Alli, entre los muertos, tu sangre y tus dolores me vengarán de mis penas. Tu invocarás entonces el nombre de Armida, y Armida te escuchará." Mas aquí faltó el aliento a la infeliz, y no pudo terminar sus razones. Cayó al suelo sin sentido, cerráronse sus ojos, y esparciose por sus miembros un sudor frío.

Tus ojos se cerraron, Armida, y el cielo se negó a endulzar tus martirios. Ábrelos otra vez, desgraciada, y verás cuál brota el amargo llanto de los de tu enemigo. O si pudieses oírlo, ¡cómo calmaría tus dolores el sonido de sus sollozos! Te da cuanto darte puede, y al despedirse deja caer sobre tí una mirada compasiva.

¿Qué debe hacer? ¿Abandonará sobre la desierta arena a la jóven medio muerta? La cortesia y la compasión lo retienen a su lado; mas la necesidad lo arrastra a pesar suyo. Parte: los céfiros retozan en la cabellera de su guia; vuela la ligera navecilla sobre el Océano, mas Reinaldo no desvia sus ojos de la playa, que desaparece por grados.

Armida recobra en tanto sus sentidos y sólo ve en torno de sí soledad y silencio. "Partió el ingrato, exclama; ¿y ha podido abandonarme moribunda? No vaciló un momento y se fue sin suministrarme el más leve auxilio? ¿Y yo le amo todavía? ¿Y permanezco aún sentada en esta playa llorando en vez de vengarme? (...)"

[Traducción en prosa de las octavas en italiano a cargo de Joaquím Rubió i Ors (Barcelona, Imprenta y librería de Juan Roca y Suñol, 1842).]

Los amantes Reinaldo y Armida disfrutando en el jardín fueron objeto de varias pinturas de Nicolas Poussin, que fuera maestro de Le Brun durante su estancia en Roma entre 1642 y 1646. El tema sería luego de los preferidos de la pintura rococó. Pero quien escenificó el momento de la huida de Reinaldo en mayor número de ocasiones sería el pintor veneciano Giovanni Battista Tiépolo.

Reinaldo y Armida, Nicolas Poussin (1629), Dulwich Picture Gallery (Londres)

Reinaldo abandonando a Armida, G. B. Tiépolo (1757), Villa Valmarana (Vicenza)

Reinaldo abandonando a Armida, G. B. Tiépolo (1760), Gemäldegalerie (Berlin)
Reinaldo abandonando a Armida, G. B. Tiépolo (h. 1742-1745), The Art Institute of Chicago
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